sábado, 28 de febrero de 2009

El amor, esa palabra

Cuando tenía 14 maso me enamoré. Perdidamente. El chico, a quien vamos a llamar mmmmm, C, era / es amigo de mi hermano.
No dije nada a nadie por muchos años. Muchos. Me avergonzaba de cierta manera ese sentimiento, porque nos criamos juntos, y aunque no éramos como hermanos, bien podríamos haber sido como primos. Además mi hermano siempre fue bastante cruel, y no tiene problema de avergonzarte delante de quien sea, y honestamente, preferí mantenerme al margen de sus bromas.
C tiene un año más que yo así que para aquel entonces andábamos por la calle un grupo de varios, siempre juntos, haciendo pavadas, tomando helado (si, éramos chicos buenos), yendo a bailar en colectivo, cosas de chicos, que sé yo.
Pasaron dos años así y podria jurar que C me empezó a tirar toda la onda, y sin ilusionarme, pero si, un poco de entusiasmo tenía, porque siendo como soy jamás hubiera encarado yo, menos a los 16 años, al mejor amigo de mi hermano. Empezamos a pasar cada vez más tiempo juntos, muchas veces solos, porque venía a mi casa cuando mi hermano no estaba, me pedía que lo acompañe a algún lado, o me llevaba a otro banco de la plaza para charlar. Y así pasaban los días y nada. No decía ni hacía. Y yo esperaba, y cada vez mi entusiasmo iba in crescendo.
Hasta que un día de la nada, así con todo el amor este tan adolescente que sentía por él, el muy guacho dijo delante de todos los otros chicos que le gustaba mi prima, y que la iba a encarar si o si. De la nada empecé a sentir caliente la cara, y mojada... de las lágrimas. Sin más explicaciones me di vuelta y me fui. Y nadie se dió cuenta, o por lo menos ninguno lo mencionó. Salvo mi hermano muchos años después.
Sin ánimo de endilgarle mis problemas a nadie, creo que C fue el gran culpable de la
autoestima baqueteada que tengo. Cada vez que me miro al espejo revivo la situación, resuenan
sus palabras y maldigo a la naturaleza.
Aunque tengo lo que a otras les falta, chispa, y eso también enamora. Pero eso mis amigos, lo dejo para la próxima.

viernes, 27 de febrero de 2009

Chivo expiatorio

Vos sos también el culpable de los 15 kilos que tengo encima. Date cuenta.
Y hoy no más Coca en casa, para nadie.

jueves, 26 de febrero de 2009

miércoles, 25 de febrero de 2009

La tortura

Tu tortura comienza a diario alrdedor de las 7 de la tarde.

19 horas Noticiero de America

20 horas Noticiero local de la ciudad

21 horas C5N

22.30 horas Noticiero de España (si! de España).



Por supuesto que cuando el tema del noticiero es algo que a mí me parecería interesante (cualquier cosa criminal y/o sanguinolenta) cambiás el canal a Discovery, History Chanel u otro documental.

Me aburre tu obsesión absurda con los noticieros, con la política y la economía. Y esto nos lleva a los dialogos más superficiales del mundo.

Y te lo dije. Lo sabés y no te importa. Algún día se va a dar vuelta la tortilla y te voy a hacer comer una maratón de Grey´s Anatomy. Lo juro.

martes, 24 de febrero de 2009

La Cholito

Escuchar a mi hija1 mientras juega a la pelota decir "pasala" me mata. De dónde saca esas cosas?





She made my day.

lunes, 23 de febrero de 2009

Duele mucho

Porque todavía lo quiero

domingo, 22 de febrero de 2009

El día que me echó de su casa

Nos presentó una amiga, que casualmente salía con su hermano. Mi cuñado. Se pelearon en la marcha, ella es lo que se llama un desastre. A pesar de eso, él y yo sobrevivimos. Pero mi cuñado quería entender, y fue a mí a quien recurrió. Y una tarde, mientras mi entonces novio estudiaba, mi cuñado y yo hablamos. Hasta que me llamó y con toda la furia del universo en los ojos me echó. Andate y no vuelvas más. Agarré mi cartera y me fui. Lloré el camino a mi casa, entero, lloré dos días más, seguidos y enteros. No lo llamé, nunca voy a ser de las que ruegan, a lo mejor eso es lo que me juega en contra. Pero el sí. Y no lo atendí por mucho tiempo. Hasta que un día... un día le di otra oportunidad. Nunca entendí que pasó por su cabeza. Porque lo hizo, se lo pegunté. Él nunca responde. Él nunca habla de sentimientos. No queda claro, aún hoy que le molestó.
Debí haber intuido que la relación estaba signada al fracaso.

sábado, 21 de febrero de 2009

La sporca de mi suegra

Ella hasta la tormenta que se desencadenó hace un poco más de un año, me llamaba K (el nombre de la ex), y yo callé mucho tiempo hasta ese día en que me saltó la térmica y la mandé a cagar. El no me lo perdonó, se puso por supuesto del lado de su mami. Y yo empecé despacito despacito a planear el gran escape. Ese que no fue y que hoy todavía anhelo. A ella si la culpo, a pesar de la distancia en que vivimos pienso en ella a diario. Y la maldigo. Si, la maldigo. Ella arruinó algo que era hermoso. Si, si, para que engañarme, las cosas las arruiné yo y sólo yo.

Esto tiene que cambiar porque me va a hacer mal. Muy mal.

viernes, 20 de febrero de 2009

Primera vez

La primera vez que mi marido me dijo te quiero lo siguió por el nombre de su ex.
Su ex, la misma que lo dejó con el corazón roto, lo cambió por otro que le dió un hijo y una fiesta de casamiento, cuatro meses después de haberlo abandonado, cuatro años después que se mudaron juntos.
Lo perdoné, lo entendí. Yo también venía de una relación tormentosa. Lo quería, esa es la verdad. Lo quería con mi vida. Y hoy me arrepiento.

jueves, 19 de febrero de 2009

Un error que pagué con gusto

Hace poco mas de un año, después de un episodio con mi familia política, tomé la decisión más difícil de mi vida. Me iba, sin vuelta atrás.
Pero algo faltó, y pasaban los días y seguía faltando. Mi período se había esfumado. Estaba embarazada. La decisión pasó a ser indecisión. Y me quedé. Me quedé otra vez me quedé.
No la culpo, es más, la amo más que a mí misma. No tengo duda de eso. Y no quisiera haber retrocedido, quisiera haber hecho mis valijas y rajar. Pero me quedé otra vez. Y la oportunidad se esfumó. Y la panza creció. Y ahora somos cuatro. Dos bebés, dos adultos que casi no se dirigen la palabra.

miércoles, 18 de febrero de 2009

Cómo se sentiría ser libre?

Llevo un matrimonio desgastado por siglos de indiferencia, aunque solamente cuente con muy poco tiempo. Un error. Se paga caro.
Tengo dos hijas, un laburo demandante, poca plata, necesidad de liberarme.
Quiero ser libre hoy y no puedo, no puedo, no puedo.
Solamente me libero acá. En casa, atada a tus cadenas de silencio, sigo día a día, mirando tu cara de no hacer nada, pero nada de nada.