domingo, 22 de febrero de 2009

El día que me echó de su casa

Nos presentó una amiga, que casualmente salía con su hermano. Mi cuñado. Se pelearon en la marcha, ella es lo que se llama un desastre. A pesar de eso, él y yo sobrevivimos. Pero mi cuñado quería entender, y fue a mí a quien recurrió. Y una tarde, mientras mi entonces novio estudiaba, mi cuñado y yo hablamos. Hasta que me llamó y con toda la furia del universo en los ojos me echó. Andate y no vuelvas más. Agarré mi cartera y me fui. Lloré el camino a mi casa, entero, lloré dos días más, seguidos y enteros. No lo llamé, nunca voy a ser de las que ruegan, a lo mejor eso es lo que me juega en contra. Pero el sí. Y no lo atendí por mucho tiempo. Hasta que un día... un día le di otra oportunidad. Nunca entendí que pasó por su cabeza. Porque lo hizo, se lo pegunté. Él nunca responde. Él nunca habla de sentimientos. No queda claro, aún hoy que le molestó.
Debí haber intuido que la relación estaba signada al fracaso.

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